Escogí la Composición VII, de Kandinsky, porque me ha gustado mucho: aunque solo sean pinturas alborotadas en un lienzo tiene mucho más que contar. Me encantan los colores, las formas, las emociones que transmite; es simplemente un cuadro, a simple vista, pero yo veo un sentimiento de desahogo que me llama mucho la atención; me siento incluso identificada con el cuadro.

En ese cuadro hay momentos en los que se frustra porque realmente la vida tiene sus limitaciones y no puedes ser como te gustaría. El desahogo que hace es tan grande para mis ojos que es precioso como puede alguien transmitir sus emociones, que tal vez no sean esas pero son las que yo interpreto. Es fiesta y oscuridad, como en la vida en sí. Realmente veo tantas cosas que no se como expresarme con claridad. Esta persona tenía una gran imaginación, y un talento increíble. En un momento pensé que se podría tratar de una persona que estaba cansado de pensar en que es lo correcto por el simple hecho de que otros crean que es correcto. Veo que quiere romper con las tradiciones y ofrecer al mundo un punto de vista que no tiene porque ser incorrecto, un punto de vista distinto y fresco. Creo que es una persona valiente, con miedo, curiosa y feliz: una persona que anhela la libertad.
Valeria Estupiñán Nabatnikova (1.º Bachillerato CC.SS.)
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